Mis libros: Campos de fresas, Jordi Sierra i Fabra

Hey.

He-y-pun-to.

Qué genial es haber olvidado cómo escribir entradas.

Bueno, recuerdo haberos dicho a finales de noviembre/principios de diciembre que la lectura obligatoria  de mi curso el primer trimestre ha sido Campos de Fresas, de Jordi Sierra i Fabra.

Básicamente, cada vez que los maestros mandaban a leer un libro de Jordi Sierra i Fabra significaba morirse de aburrimiento y tardar 2 semanas en leer 90 infantiles páginas. El curso pasado, tuvimos que leer un libro llamado Una [estupenda] historia de dragones y princesas [más o menos...] el cuál tenía 90 páginas (o quizá un par más) y estuve muchisísímo tiempo con él porque cada vez que me ponía a leerlo prefería darme golpes contra la pared porque estaba asegurado que sería el cien por ciento más divertido.

No ha pasado eso en absoluto.

Campos de fresas trata sobre una chica que cuando sale de fiesta, por primera vez toma una droga, la cual le llevará a caminar en la cuerda floja entre la vida y la muerte.

Cuando leí por primera vez la sinopsis, me dije a mí misma: «¡Qué tostón va a ser esta cosa!» y le repetí  unas diez veces a una amiga que le tenía manía a Jordi Sierra i Fabra. Pero luego vi viendo que era una lectura ligera y adictiva, me pegué a sus páginas y lo terminé en nada.

Respecto a los personajes, desde un primer momento me hice a la idea de que no iba a conectar con ellos tanto como en otros libros como en Harry Potter, pero sin embargo conecté bastante con Luciana (la protagonista) y Loreto, una de sus amigas. El avance de Loreto en toda la historia y el cómo Luciana afronta la muerte, con eso lo digo todo.

Un detalle que me ha gustado mucho de una de las ediciones antiguas de SM ha sido el que los capítulos comiencen con un movimiento de ajedrez en una partida que se va desarrollando a la vez que la historia y el rival de Luciana sea la muerte.

«Mi rival es bueno. Es el mejor que he tenido nunca.

Porque ahora sé cómo es. Sé quién es. Le he visto al cara.

Mi rival es la muerte, y juega a ganar.»

Amo esta cita, por Dios.

Lo último que me queda por decir es que el tema trata de ser demasiado "moralizante" por decirlo de alguna manera y sentí que estaba hecho a la fuerza para concienciar a los niños sobre el tema de las drogas. Esa es la única pega que le encuentro, le pondría 5 estrellas sino fuese porque durante todo el libro se nota demasiado este aspecto. Básicamente a nadie le gusta que le insinúen que está destinado a jugar con un tema tan... TAN.

Para finalizar, me gustaría añadir que si te apetece leer algo corto y emocionante, ligero pero que te corte la respiración... te has topado con el libro indicado.

Por cierto, ¿os gusta la nueva manera de puntuación?